lunes, 25 de octubre de 2010

Perra.

Ya sabéis por mi anterior blog que soy muy aficionada a salir de fiesta. Y que para mí muchas veces lo que empieza en una discoteca acaba en una cama. O en esta ocasión, en la parte trasera de un coche. Es de lo más incómodo que hay, pero no me digáis que ese toque quinceañero de “calentón-en-el-coche” no tiene su punto.

Todo empezó, como os venía anunciando, hace unos días en una discoteca. Una amiga y yo decidimos salir a un local que frecuentamos mucho y allí más de uno nos invitó a beber. No negaré que ambas sabemos aprovecharnos de ser unas féminas atractivas y nunca nos negamos a una copa. Allí nos encontramos a un chico que venía tonteando con mi amiga bastantes veces. Le conocimos en la propia discoteca hace tiempo y ella no tenía ni su número, ni su e-mail, ni nada. Lo único que había eran los tonteos cuando coincidían en el mismo local. En fin, esa noche el tonteo se alargó y, dado que los dos amigos de él no me atraían y no iba a fastidiar a mi amiga, esperé paciente durante un total de ¿20 segundos? hasta pedir un cigarro a un chico, de nombre Jorge.

Empezamos a hablar, de hablar a bailar... y una no sabe moverse sin resultar sexy, oye, qué quieres que te diga si yo bailo así. No soy presumida, soy realista. Y exuberante pues también, mira. Os sigo contando: mi amiga volvió de darse cuatro besos con el otro chico y se puso a tontear con un amigo de Jorge. Al cabo de un rato Jorge me dijo que si salía con él fuera un rato. Me llamaréis tonta, pero os prometo que no tenía claro si era para follar o no. Iba un poco pi-ri-pi (como dirían nuestras madres) y además, no sabía si simplemente quería tomar el aire porque lo cierto es que el local estaba bastante lleno. De todos modos, no me lo pensé mucho. Me limité a decirle a mi amiga que se le importaba y, tras su bendición, me salí con él.

Jorge directamente se dirigió hacia su coche. Entramos y me dijo “¿dónde vamos?”, a lo que me limité a contestar “pues no sé”. Vaya, pues él si que lo sabía, no sé para qué preguntó porque en seguida arrancó y en cuestión de 10 minutos aparcó en un descampado. Nos pusimos en la parte trasera del coche y empezamos a liarnos, y de ahí todos sabemos que lo siguiente fue que él metiese la mano debajo de mi falda. Y madre mía como la metía (la mano, de momento). En seguida empecé a masturbarle y, una vez pasó un rato, él empezó a hacerme un cunnilingus bestial mientras me miraba todo el tiempo a la cara para ver cómo me estremecía al gemir, y me encantó cómo me miraba fijamente a los ojos mientras lo hacía. Después empecé yo a chuparsela, con bastantes ganas para qué negarlo. Siempre me ha dado vergüenza mirar a la cara cuando estoy chupándola pero como no le conocía de nada prácticamente, me puse a mirarle mientras tanto... y es algo que pienso repetir porque me puso cachondísima.

Tras todos estos preliminares nada despreciables, él se sentó en el asiento y yo me puse sobre él con una pierna a cada lado. Empezamos a follar mirándonos a los ojos todo el tiempo y después cambiamos de postura, quedando yo debajo. Ahí fue cuando empezó a preguntar con voz de vicioso: “¿te gusta?” y yo, con voz de más viciosa todavía, a contestar “me encanta”. En ese momento sólo quería que me la metiera cada vez más dentro, más fuerte y más rápido. Ambos gemíamos y pasó lo que no me había pasado hasta ahora. Me dijo “eres una perra, ¿eh?”. No le contesté, pero al rato él repitió “¿eres mi guarra?”. Y mientras él me follaba increíblemente bien, yo le contesté “sí, soy tu perra”. Continuamente él repitió “Dios, qué golfa” y ésta clase de cosas y yo, le reafirmé en su posición durante todo el coito. ¿Y sabéis qué? Que desde el primer momento me encantó, me puso cachondísima que me dijera perra. Me sentí muy puta durante aquel polvo y me di cuenta de que me encanta sentirme puta cuando follo, es lo bueno que tiene follarte a un tío que no conoces de nada: no piensas en cómo te va a juzgar. Simplemente follas y disfrutas. Y nosotros nos follamos muy pero que muy bien.

Ya que no existía ningún tabú durante aquel polvo, me atreví a decirle algo que no suelo decir, pero me encanta. Y me pone mucho porque me hace sentir increíblemente puta, es taaan típico del porno... Sí, le dije que acabara en mi boca. Cuando ya casi no podíamos más, empecé a lamérsela de arriba a abajo, primero suave y después incesablemente, mientras el me decía “trágatelo todo”, hasta que por fin se corrió en mi boca.

Y colorín, colorado este cuento no ha acabado. Me dejé un pendiente en su coche y juro que no fue adrede, pero... ya que me lo dejé, tendré que recuperarlo. Y os aseguro que le compensaré por las molestias causadas.

4 comentarios:

  1. ¡¡bienvenida, echaba de menos tus relatos tan espontáneos!!! y estoy de acuerdo en lo que dices:
    "es lo bueno que tiene follarte a un tío que no conoces de nada: no piensas en cómo te va a juzgar. Simplemente follas y disfrutas."

    ResponderEliminar
  2. a mi me gusta sentirme la mas perra,la mas puta...aun con mi marido!!!!
    cuando una folla bien,es la mas puta...o no????

    veras...te devolvi la visita...me gusta como escribes...
    te recomiendo mi ultimo post de quiero tus ojos
    alli vras como es me gusta ser de perra cuando follo...jaaja...soy en ese momento,la mas perra...me encanta sentir eso y mas,que me lo digan!!!
    besosss!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Hola! sí leí tu coment, dame un par de días y te hago un post para invitar a nuevos lectores a darse una escapada por acá, también, sí me lo permites, te sugiero que te hagas una página de face y un twitter para que cada que subas un post, también lo publiques ahí, es una manera de acaparar un poco más de atención, un besazo.
    Y que bueno tenerte de vuelta, eres de mis preferidas ;)

    ResponderEliminar
  4. Vaya que manera de volver al ruedo de los blogs!!! me encantó este post!! y en efecto, tienes toda la razón, a mí me prende, que me digan puta, perra, golfa, esas palabras que fuera de la cama, resultarían una ofensa, a la hora del cuchi planche son un afrodisíaco extraordinario, a ver si le das una leída a este post que escribí hace un rato.

    http://susanitalasexosa.blogspot.com/2008/10/con-todas-sus-letras.html

    ResponderEliminar

Seguidores